Apenas dos semanas después de nuestra última misión en Siria, el equipo estaba de nuevo de madrugada, ansioso por continuar donde lo habían dejado.
En el Hospital Ibn Alnafees, el día estuvo lleno de movimiento, energía y, sobre todo, esperanza.
Entre los pacientes se encontraba Mohd-Nour Al Salkhadide 17 años, que perdió las dos piernas por debajo de la rodilla a causa de una descarga eléctrica hace sólo cinco meses. Llevaba meses en silla de ruedas, con los músculos debilitados por la inactividad. Recibir sus prótesis definitivas fue sólo el principio. Paso a paso, Mohd-Nour tuvo que volver a aprender a ponerse de pie, a mantener el equilibrio y a moverse. Con el apoyo del equipo, se entrenó incansablemente con un andador, adquiriendo la fuerza y la confianza necesarias para dar sus primeros pasos.
Los pasillos del hospital resonaron con más historias de resiliencia. Mohammed Al KohliMohammed Al Kohli, un joven de 15 años que perdió su pierna derecha a causa de un misil cuando sólo tenía cuatro años, vino a recibir su forro de silicona. Con él pudo por fin probar la prótesis que le habían colocado el mes pasado, un paso más hacia la recuperación de la libertad de movimiento.
Sin embargo, no todas las historias terminaron ese día. Yasmin Ahmaduna chica de 17 años con amputaciones bilaterales por debajo de la rodilla, no pudo acudir al hospital. Sin embargo, su viaje no ha terminado: sus prótesis definitivas ya la están esperando, preparadas para el momento en que vuelva para su protetización.
Fue, como siempre, un día ajetreado, pero lleno de coraje, progreso y la promesa silenciosa pero poderosa de nuevos comienzos.